SNICKERS STREET

¿Alguien se imagina calles y calles llenas de tiendas de zapatillas de deporte? Hemos podido contar hasta 60, al principio pensé: "Esto es el paraíso" pero cuando llevabamos vistas 10.000 modelos de zapatillas diferentes, creedme, se te quitan las ganas de comprarte unas. Ya no sabes ni lo que te gusta...

Ese no ha sido nuestro día pero elegir unas zapatillas nos ha llevado más de dos horas.

Tempranito visitamos el templo de Wong Tai Sin (el que veis en la foto) que tiene la particularidad de que es un templo en medio de Hong Kong. Tiene un parquecito con estanque y cascaditas, tortugas, peces dorados... todo pegado a los grandes y delgados edificios de Hong Kong. Es precioso ver como en mitad de la gran ciudad puede existir un sitio tan mágico y relajado.

Al terminar la visita al templo, atufados por las plegarias de incienso, que es lo que utilizan para sus ofrendas, teníamos reservado un viajecito en barco pirata por toda la costa de Hong Kong, viendo toda la ciudad desde el mar en diferentes perspectivas.

Como no nos parecía bastante fuimos en busca de "scalator" las escaleras mecánicas más largas del mundo. Es un poco timo porque en realidad son varios tramos de escaleras, pero nos hemos tirado subiendo una media hora (sin exagerar)

La cena ha sido en un tailandés, es bastante parecido a la comida china pero pica un poco así que no me ha gustado mucho pero los platos que no picaban estaban muy ricos, lo de los postres es a lo que no acabo de acostumbrarme, tienen muy mala pinta, y, para mi gusto saben peor aún. Según mi tía hay que acostumbrarse porque son muy diferentes a los que tomamos normalmente... es decir, sin chocolate.

Como veis ha sido un día bastante movidito y cansado, y mañana vuelta a madrugar.

Espero que por España todo vaya bien.

UN BESO DE LOS DOS

PD: Aunque Martín no escriba nunca, siempre supervisa y añade cosas, sobretodo besos...