domingo, 31 de mayo de 2009

FINDE ANIMALADO

En el acuario, con mis amigos los tiburones


Pizzas de cocodrilo y canguro

Un par de canguros que me encontré en el zoo



Son tantas las cosas que os quiero contar esta vez, que se me hace dificil expresarlas. Los fines de semana se me acumula el trabajo y los sentimientos se convierten en palabras amontonadas en mi cabeza peleandose por salir todas a la vez.

Intento ordenarlas:
Wildlife park, acuariarium, harbour, The Rocks, pizza de canguro y cocodrilo, semana de las luces, mercado de fruta en chinatown...

Empiezo, hoy la novela es más larga: El sábado fue un día animalado. El wildlife es un parque medio cubierto con amplios espacios para un sinfín de animales. Ordenados por características o clima. Gran variedad de insectos cada cual más asqueroso y peligroso, y de fondo continuos sonidos amenazantes simulando que una manada de cucarachas pueden acercarse en cualquier momento. Gran realismo y una animación única. Preciosos pájaros, mariposas aleteando a tu alrededor, y como no, los reyes de Australia: Nuestro primer contacto con canguros y koalas. No se quien tuvo la brillante idea de decirme que los koalas eran agresivos, creo que son los seres más inofensivos de la creación. Solo comen y duermen. En este parque la interacción con ellos no es tan directa, pero por problemas climáticos decidimos dejar otros zoos mejores para días más despejados.

Para no extenderme demasiado, paso al acuario y solo puedo decir: IMPRESIONANTE. Un millón de colores, formas y tamaños conviviendo en inmensas masas de agua, tanto dulce como salada. Mansos tiburones o extraños pecillos con cara de pocos amigos.
Una inmensa ventana al océano, solo para nosotros, el grupo que ibamos. Los turistas para nuestra suerte decidieron ir antes. Una inmensa inspiración, relajación con música de fondo, música tranquila y perfecta para el momento. Cuatro horas se hicieron cortas contemplando sentados, el inmenso regalo del fondo del mar. Creo que verlo una vez no será suficiente para mi. Quiero convertir esa sala en "el lugar que elegiría para perderme"

El día terminó con un paseo por Harbour, como ya os he dicho antes Sydney es una ciudad diseñada para vivirla en verano, aunque anoche no sabemos muy bien que pasaba que nos regalaron unos fuegos artificiales que solo pudimos oir desde dentro del acuario, una pena, pero no lo cambio. Eso sí, pasara lo que pasara olía a celebración y Harbour estaba más bonito que nunca. Es imposible enseñaroslo porque aun no aprendi a hacer fotos de noche que reflejen tan siquiera una pequeñita parte de lo que siento.



René, un morenito de habla francesa con pinta de moro de una isla que aun no sabemos si existe, un americano muy americano, su monopatín, Martín y yo, paseamos por la ciudad disfrutando de las luces, la niebla, y la música calentita que salía de los bares del muelle, donde las niñas competían con sus minifaldas quien tenía las piernas más largas (o la falda más corta) Jack me habla con su acento americano sobre las relaciones de pareja. Son las 11 y media ciudad duerme, y media baila.
El día se acabo para nosotros pocos minutos después.

Esta mañana seguía lloviendo. Debió parar anoche en algún momento porque no he visto tantos desagues en Sydney... No cuesta imaginarse la vida aqui hace unos meses. El salón está lleno de maletas y los sofás vacíos. Hemos desayunado tortitas con una australiana que defiende el vegamite y uno al que ayer le pregunté su idioma cuando dejo de hablar con su madre. Islandés.
Nos ha costado arrancar, Sydney no es tan bonita y acogedora cuando llueve y hace frío, especialmente la lluvia. Ayer empezó el frío y hoy continuaba pero por suerte, aún el plumas es demasiado.

En chinatown hay un mercado de fruta de esos con encanto, normalmente es silencioso pero a última hora del día mucha fruta no se ha vendido y hasta el jueves no abre el mercado, la fruta se echa a perder y es el mejor momento. Los compradores se amontonan pujando por los caros aguacates y esperando al último, el más barato arriesgandose a tener que volver otro día mientras los compradores vocean sus precios reduciendolos cada segundo. Una maravilla de gentío organizado.

No os he contado antes que Sydney está de gala. El problema de arreglarse mucho es que a veces alguna gente se esfuerza tanto en ponerse adornos que pierde su propia perspectiva y se recarga como un repollo.

Pues bien, el traje de gala de Sydney consiste en un recorrido por sus principales calles de en donde edificios emblemáticos, entre ellos, la opera house cambian de color periodicamente a lo largo de toda la noche durante dos semanas. De este modo, cada vez que miras a la opera te la encuentras de un color diferente como si fueras a adivinar qué manto lleva hoy la virgen de la montaña. Algunos colores le favorecen, o, no le quedan mal, no estoy segura de haber creado en mi una opinión firme al respecto.

The Rocks es un lugar bonito para pasear por la noche así que nos adentramos en sus estrechitas y a veces empinadas callejuelas para buscar algun lugar no demasiado turistica donde poder probar el ansiado cocodrilo y el misterioso koala.

Creía que un sabor es realmente bueno cuando eres incapaz de describirlo, pero aprendí con el vegamite, que un sabor indescriptible pueden también ser realmente asqueroso. El cocodrilo es un filete de pechuga de pollo más tierna y con un ligero sabor a pescado, y el canguro es una fuerte carne de caza de esas que apetece acompañar con frutos del bosque. Los probamos ambos en pizza, en una terrazita con estufas de un bar con encanto a un precio moderado y regado con una cerveza recomendad entre una lista de 50 diferentes, creo que si lo intentara hasta podría gustarme.

El día casi acabó para nosotros. Solo firmo esto, y me voy a dormir.
P.D. Pusimos la lavadora pero la puerta no es transparente. Una pena!
A vosotros aun os queda una bonita tarde de domingo. Disfrutenla!!!

3 comentarios:

Unknown dijo...

Hola, muy bonito el blog de hoy solo le falta un pequeño detalle: "que el canguro de rayas diga uhh, uhh, uhh" o similar.

Muchos besos

Martin

Unknown dijo...

"Lo que vales hija"Da gusto leer lo que escribes, es como si lo vivieramos en primera persona.Martin, aunque estes haciendo el canguro estas guapo .Muchisimos besos.Os queremos.¡ah!si necesitais financiacion hablar conmigo.Besitos

China 6 dijo...

¡Qué dura es la vida del estudiante!
Entre semana ya no os da tiempo a escribir. El OS es un plural mayestático porque ya sabemos quien escribe...
Los tiburones del acuario son blancos?
En Ciudad del Cabo hay un acuario impresionante y se puede bucear con ellos SIN JAULA, justo despues de que les den de comer.
La verdad es que impresionan bastante aunque solo tengan dos metros.
Besos